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El Rosario le apuesta a la formación de las futuras generaciones de investigadores del país

La universidad creó un programa de investigación formativa que arranca desde el pregrado y donde los jóvenes tienen la posibilidad de construir y desarrollar un proyecto de vida académica.

  Fotos: Leonardo Parra
Por: Carlos Roberto Reyes


Históricamente la Universidad del Rosario fue un camino para que Colombia hiciera ciencia, eso es absolutamente innegable y las sendas del sabio José Celestino Mutis hablan de una institución que se comprometió con la generación de conocimiento.

José Manuel Restrepo, rector de la Universidad del Rosario, explica que con el paso del tiempo la institución se concentró en ser una universidad de docencia de excelencia; sin embargo, hace un par de décadas decidió que tenía que volver de nuevo a sus orígenes y para ello determinó fortalecer su agenda investigativa.

Para este economista, especialista en finanzas, con maestría en alta gerencia y doctor en dirección de Instituciones de Educación Superior, el Rosario “ha sido ejemplo de una universidad que ha logrado aceleradamente fortalecer su capacidad investigativa y lo ha hecho con un modelo de gestión particular y exitoso”. Así lo explica en la siguiente entrevista:

¿La Universidad del Rosario cómo inserta dentro de su programa académico las actividades de investigación? José Manuel Restrepo (JMR). El inicio del proyecto de la Universidad del Rosario hacia la investigación arrancó primero por reconocernos como una institución que hacía docencia de excelencia y que era indispensable hacer tránsito a ser una universidad de docencia e investigación.


Vamos descubriendo que era importante contar con un profesorado de tiempo completo y de dedicación exclusiva a la academia, que era necesario atraer personas destacadas del mundo de la ciencia de afuera y, simultáneamente, formar nuestros talentos. Eso llevó a que el Rosario adoptara, por primera vez en su historia, una política de becas para estudios de doctorado y de maestría.


Esto implicó que en la construcción de los proyectos de vida de los jóvenes debería haber una preocupación única: hacer investigación. Producto de esto, se crea todo un programa de investigación formativa que arranca desde el pregrado y donde los jóvenes tienen la posibilidad de estar en contacto con los profesores de tiempo completo para hacer investigación.


¿Cómo se orientó esta estrategia con los semilleros de investigación? (JMR) Había distintas modalidades de semilleros de investigación, dado que cada escuela o facultad era autónoma e independiente en la manera que los administraba. Generamos una cultura de investigación para que los jóvenes que se están formando en el pregrado o aún en el posgrado, se enamoraran de la generación de nuevo conocimiento y tengan ganas de construir un proyecto de vida académico.

 

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¿Qué resultados arroja hasta el momento esta apuesta de investigación de la Universidad del Rosario? (JMR) Lo más importante es que hoy existe una conciencia en la universidad de que la investigación no es un tema más, sino que es un tema central. Hay una preocupación genuina que, además de transmitir conocimiento, tiene que tener la capacidad de producir conocimiento.

El Rosario se preocupa por temas que son de interés en las universidades del mundo entero, en cómo funciona la producción intelectual, en cómo genera un impacto dentro de la comunidad académica y en cómo transforma sociedad por medio del conocimiento que se genera.

Simultáneamente esta estrategia ha implicado todo un proceso de transformación institucional, porque uno no puede pretender hacer investigación sin una biblioteca que contribuya a ese propósito y sin un proyecto editorial serio y desarrollado.

En este camino de formación y de generación de nuevo conocimiento, ¿qué hace falta y hacía dónde se está apuntando? (JMR) Creo que es indispensable insertarse cada vez más y mejor en la comunidad científica. Eso significa necesariamente que hay que ir a medirse en el contexto internacional y tener cada vez más una investigación pertinente a las necesidades de la sociedad.

 


Debemos continuar construyendo escuela e ir recogiendo jóvenes talentos que puedan después contribuirle a la vida de la universidad, generando en ellos el desarrollo de competencias asociadas a la investigación desde el primer día de clases. Es indispensable elevar día a día los estándares de producción intelectual y estar en las revistas y publicaciones con los niveles más altos de reconocimiento.


¿Cuál es el know-how que tiene la Universidad del Rosario en este momento que la hace diferente a otras instituciones en investigación y formación? (JMR) Claramente se han generado proyectos de vida dedicados a la academia y una inteligencia suficiente para definir proyectos de saber claros como institución, muy bien articulados a la docencia, a lo curricular, a la sociedad y al enfoque educativo.



En el Rosario hay una construcción de escuela, y esa construcción es valiosa porque significa un vocabulario propio y una manera particular de hacer investigación. Fuimos capaces de construir proyectos de vida dedicados a la academia desde el pregrado hasta el doctorado, con toda la experiencia de los grupos de investigación y en la interacción con los profesores que realmente se convirtieron en generaciones formadas en la institución.
 


 
 

La institución ha ido adoptando una estrategia en investigación que combina pocos grupos de investigación con altos estándares de excelencia.


Además de los temas de salud, el Rosario también le ha apostado a la investigación social. (JMR) Lo que ha sido valioso es que no solamente la institución ha hecho investigación en esas tradicionales ciencias básicas y ciencias de la salud, sino que simultáneamente ha venido haciendo apuestas en áreas que tradicionalmente han sido proclives a la generación de investigación, como la jurisprudencia o la administración.

Colombia y el mundo han sido más cercanos a hacer investigación en las ciencias humanas y políticas si se quiere, aún en las ciencias económicas. Por ejemplo, en economía el Rosario introdujo una nueva escuela de pensamiento investigativo en la microeconomía, y así podría citar varios casos en cada una de las escuelas y facultades.

La universidad ha sido sabia en reconocer que la producción científica de esta apuesta investigativa tiene que necesariamente buscar un impacto en la sociedad. Jurisprudencia es un digno caso de esto. Por ejemplo, el tema de los derechos ambientales es una línea en donde hoy el Rosario se destaca no solamente en investigación sino en docencia.

En las ciencias humanas hemos logrado un proyecto interdisciplinar relativamente nuevo para el mundo universitario colombiano, en donde vemos profesores de filosofía trabajando en red con sociólogos, antropólogos o investigadores. Es el caso de los temas de género, de ética y de responsabilidad social, que son relativamente nuevos en el debate científico, pero que además son pertinentes en el ámbito nacional.


Actualmente hay varios rankings que miden a las universidades ¿Considera que estos reflejan el estado de la investigación en el país? (JMR) Una universidad no puede estar preocupada por los sistemas de referenciación y ranking, ese no debe ser el propósito de actuación ni en la docencia, ni en la investigación, ni en la tarea universitaria. Si las suscribimos a un ranking nos estamos limitando terriblemente.
 


Dicho esto, como en todo proceso existen indicadores y aún en la docencia los hay. En investigación esos sistemas de referenciación señalan si una universidad está en unos caminos de excelencia o no, si está aumentando o siendo pertinente su producción científica. En ese orden de ideas, creo que se deben ver esos sistemas de referenciación como unos indicadores.

En el caso de la Universidad del Rosario indican que la institución ha ido adoptando una estrategia en investigación que combina pocos grupos de investigación con altos estándares de excelencia, es decir, con un nivel de productividad creciente, cada vez más orientado a la frontera del conocimiento, con una preocupación cada vez mayor por impactar en la sociedad y por visibilizar no solo en la sociedad académica sino en la sociedad general lo qué están haciendo.

Indican una preocupación creciente por formar futuras generaciones de investigadores y por atraer y retener los mejores talentos posibles de su área concreta de investigación. Igualmente, grupos de investigación cada vez más interconectados para alcanzar proyectos interdisciplinares a través de los cuales puedan lograr impacto y pertinencia a las necesidades nacionales, así como mayores niveles de productividad y de respuesta en pro del conocimiento.

Para finalizar ¿cuáles son los retos que le esperan a la Universidad? (JMR) Conseguir que los grupos de investigación evolucionen en una dinámica en donde van nutriéndose de otros grupos de la institución o por fuera de sus propias redes, que incluyan problemáticas interdisciplinares nuevas en las que puedan aportar a la generación de nuevo conocimiento y que continúen el esfuerzo de acercarse más a la financiación nacional e internacional.

Motivar la idea de una universidad diversa, en donde haya una preocupación por la equidad y por esa diversidad, así como fortalecer todo lo que gira alrededor de la investigación en su hábitat y que los espacios de práctica clínica sean realmente centros de conocimiento.

 

 

"Es posible que muchas universidades no valoren esfuerzos para visibilizar y socializar. Aquí lo hacemos porque hace parte de nuestra filosofía."
José Manuel Restrepo
Rector

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