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Salud

Disfunción eréctil y su relación con enfermedades cardiovasculares

15 de septiembre 2022
 

Mucho nos han dicho los profesionales de la salud y los medios de comunicaciones acerca de los riegos que tienen para nuestra salud el padecer de alguna enfermedad cardiovascular, que, si somos obesos o tenemos el colesterol alto, nuestro riesgo de sufrir un infarto es mucho mayor, de igual forma nos dicen que la diabetes afectará negativamente nuestra salud y que fumar nos puede producir cáncer pulmonar. Y si bien, todo esto es cierto, hay otras consecuencias negativas y no tan conocidas relacionadas a la afección cardiovascular y que podrían afectar la salud sexual de los hombres, ocasionando disfunciones sexuales, tales como, la disfunción eréctil.

 
[i] (Sarre-Álvarez, Diego, Cabrera-Jardines, Ricardo, Rodríguez-Weber, Federico, & Díaz-Greene, Enrique., 2018)

 

 
En esta entrega, María Camila Torres y María Camila Avendaño, médico y enfermera de la Decanatura del Medio Universitario, nos contarán un poco de este tema.

Para entender un poco el origen y la relación de estas entidades, debemos conocer la fisiopatología de las mismas.

Se define como disfunción eréctil a la incapacidad de lograr y/o de mantener una erección de forma satisfactoria y que independientemente de su origen, orgánico o psicológico, afecta de forma negativa al hombre que la padece y a su pareja.[i]. Es una patología común, que afecta entre el 5%-10% de los hombres mayores de 40 años, y entre 40%-70% de los mayores de 70 años.[ii] En Colombia para el 2019, se estimaba que el 52.3% de los hombres mayores de 40 años presentaban disfunción eréctil, siendo esta una cifra significativa. 3

Cuando el origen de la misma se relaciona a causas orgánicas, un gran número de casos puede tener su origen en una disfunción endotelial severa, donde se ve afectada la circulación peneana como parte de una enfermedad vascular. 4

Recordemos que el pene está formado por los cuerpos cavernosos y el cuerpo esponjoso, donde confluyen un paquete venoso, arterial, musculo liso, nervios y células endoteliales que componen su esqueleto eréctil.[iii] Para que pueda ocurrir la erección debe existir una respuesta balanceada entre el sistema circulatorio del pene, el sistema nervioso central y periférico. Cuando existe excitación sexual, en el hipotálamo se libera dopamina, y se produce un estímulo neuronal que termina en la liberación de óxido nítrico en las terminales nerviosas de los cuerpos cavernosos, sumado a la liberación de acetilcolina por la estimulación parasimpática. Lo anterior, genera un secuestro del calcio intracelular, relajación del musculo liso cavernoso y una vasodilatación arteriolar produciéndose así la erección. 5

La integridad endotelial de los tejidos del pene, es primordial para que se produzca la erección, por lo que, al presentarse alteraciones en ellos, se pueden presentar cambios estructurales, ateroesclerosis de la arterial del pene y estenosis que se traducirán en una limitación para tener una erección de calidad. Estos cambios patológicos del tejido endotelial, también están presentes en la mayoría de enfermedades coronarias, donde, también hay afección del endotelio, ateroesclerosis y cambios protrombóticos; compartiendo así, en la mayoría de los casos la fisiopatología y factores desencadenantes.[iv]

Dentro de los factores de riesgo que tienen en común ambas entidades tenemos: la edad, la hipertensión arterial, diabetes mellitus, intolerancia a la insulina, tabaquismo, obesidad, colesterol elevado y bajos niveles del colesterol de alta densidad (HDL). 5

Actualmente, la disfunción eréctil es considerada un marcador temprano de enfermedad cardiovascular, así como es considerada un predictor de enfermedad coronaria en pacientes diabéticos4 ,y aparece en promedio, y suele instaurarse 2 a 5 años antes de las enfermedades coronarias. 5 Lo anterior, es demostrado por diferentes estudios como son el Estudio de Envejecimiento Masculino de Massachusetts confirmaron la asociación, encontrando para pacientes con enfermedad cardíaca un 39% de probabilidad de disfunción eréctil completa, y estudios posteriores han mostrado tasas de disfunción en pacientes con enfermedad coronaria de hasta 75%.5 Así mismo, un estudio realizado por Montessori et al, demostró que de 300 hombres evaluados y que tenían enfermedad coronaria confirmada por angiografía, el 49% presentaba disfunción eréctil.5 En ambos estudios el tiempo de desarrollo de las enfermedades coronarias era entre 25 y 39 meses posterior a la instauración de la disfunción eréctil.4 5

La explicación a este comportamiento, en el orden de aparición de estas entidades, puede ser explicado mediante la hipótesis del tamaño de la arteria, donde al presentarse ateroesclerosis, todos los lechos vasculares se ven afectados de la misma forma, sin embargo, los síntomas van a variar según el calibre o tamaño de cada vaso, ya que, los de mayor calibre tolerarán mejor una obstrucción que los de menor diámetro, lo que podría explicar por qué en algunos casos los síntomas coronarios tardan un poco más en desarrollarse. 5

Sumado a lo anterior, en ambas patologías es frecuente encontrar inflamación vascular crónica y altos marcadores inflamatorios, lo que potencia la conexión en lo que se refiere a la lesión endotelial. De igual forma, bajos niveles de testosterona pueden ser una causa independiente de disfunción eréctil, sin embargo, esta también se puede encontrar disminuida en pacientes con enfermedad coronaria, evento que podría explicarse porque los andrógenos hacen parte de la regulación de óxido nítrico, concluyendo así que bajos niveles de testosterona afectarían las concentraciones del mismo, generando así mayor riesgo de lesión endotelial.5

En la actualidad ambas patologías cuentan con tratamientos médicos especializados y multidisciplinarios, que incluyen medicamentos e implementación de prácticas saludables; logrando mejorar la calidad de vida de los hombres afectados, así como su desempeño sexual.

Teniendo en cuenta lo referido, es importante que tener en cuenta que los malos hábitos en relación a la alimentación, actividad física y tabaquismo, pueden desencadenar en diferentes consecuencias negativas para la salud, como lo son las enfermedades cardiovasculares y lo que ellas implican, pero también, pueden afectar otras áreas que antes desconocíamos, como es el desempeño sexual. Así mismo, vale la pena que, el personal de la salud empiece a indagar por la vida sexual de los pacientes, para poder identificar a tiempo signos de alarma en relación a estas patologías y tomar medidas preventivas, mejorando así la calidad de vida de las personas afectadas. Si tienes dudas con respecto a este u otros temas de salud te invitamos a escribirnos a servicio.medico@urosario.edu.co, con gusto te colaboraremos.
 

Referencias

Arcila, J. F. U., Vargas, Y. A. C., Gaviria, M. V., Naranjo, L. C., Vélez, J. C., & Gómez, J. H. D. (2020). Perfil cardiovascular en pacientes con disfunción eréctil tratados en un centro de alta complejidad en la ciudad de Medellín, Colombia. Revista Urología Colombiana, 148-152.
Meller SM, Stilp E, Walker CN, Mena-Hurtado C. (2013). The link between vasculogenic erectile dysfunction, coronary artery disease, and peripheral artery disease: role of metabolic factors and endovascular therapy. The Journal of Invasive Cardiology. , 313-319.
Sanchez E, Pastuszak AW, Khera M. (2017). Erectile dysfunction, metabolic syndrome, and cardiovascular risks: facts and controversies. Transl Androl Urol., 28-36.
Sandoval-Salinas, C., Martínez, J. M., Corredor, H. A., Saffon, J. P., Jaramillo, C., & Mendoza, F. (2020). Prevalencia y asociación de factores de riesgo cardiovascular en hombres con disfunción eréctil. Revista Colombiana de Cardiología., 27(6), 523-528.
Sarre-Álvarez, Diego, Cabrera-Jardines, Ricardo, Rodríguez-Weber, Federico, & Díaz-Greene, Enrique. (2018). Enfermedad cardiovascular aterosclerótica. Revisión de las escalas de riesgo y edad cardiovascular. Medicina interna de México., 34(6), 910-923.
 
[i] (Sandoval-Salinas, C., Martínez, J. M., Corredor, H. A., Saffon, J. P., Jaramillo, C., & Mendoza, F., 2020)
[ii] (Arcila, J. F. U., Vargas, Y. A. C., Gaviria, M. V., Naranjo, L. C., Vélez, J. C., & Gómez, J. H. D., 2020)
[iii] (Meller SM, Stilp E, Walker CN, Mena-Hurtado C., 2013)
[iv] (Sanchez E, Pastuszak AW, Khera M, 2017)