¿Qué puede pasar en el posconflicto, habrá un potencial de asesinos por el impacto en la siquis de las personas?
EC: Para que surjan hay que tener muchos factores. Una persona por haber sida maltratada no va a terminar convirtiéndose en un vampiro o un payaso asesino, pero sí es un llamado de atención para cuando llegue el posconflicto con firmeza. Ese es el momento para que el Estado garantice y asegure los derechos y las oportunidades de las personas, si eso se cumple se minimizará la violencia.
Para que se creen estos personajes tienen que haber varios factores: que tengan sicopatía y que desarrollen unas creencias específicas. Por ejemplo, la creencia que desarrolla la vampira Enriqueta Martí, ‘La vampira de Barcelona’, es porque en su tiempo se decía que la sangre humana era un remedio, tanto que se vendía y ella termina matando niños para vender la sangre y la grasa. Pero además hay un entorno social, ella es pobre, prostituta, viene de un pueblo donde la maltrataban y su esposo le pegaba. Tenía una necesidad grande de dinero y control. .
Pero algunos de los casos que menciona en sus investigaciones, se dan después de la Primera o la Segunda Guerra Mundial
EC: En esos casos de posguerra en los que surgieron caníbales y vampiros tuvieron que ver factores de entorno y juventud maltratada. Como Fritz Haarmann y Kark Denke, de Alemania y Polonia, que viven en periodos entre guerra, cuando las personas están en la ruina, se aprovechan de eso para conseguir sus víctimas. Dos historias con el común denominador de maltrato infantil, en la posguerra y la miseria; pero en general es la suma de factores: parafilias, personalidad sicopática, ganas de tener el control y el poder. Es una mezcla, como un coctel, y aparecen estos terribles criminales.
¿Por qué dice que existen al menos dos asesinos en serie activos en el país?
EC: En 1998 ‘El monstruo de los Andes’ quedó libre y en 2000 fue a la Registraduría a cambiar su cédula, no se sabe qué pasó con él. El periodista Eccehomo Cetina hizo un especial para RCN sobre la posibilidad de que esté vivo porque las huellas del acta de defunción parece que no concuerdan, si estuviera vivo tendría 66 años porque cuando lo dejaron libre tenía aproximadamente 48 años. Después de su liberación se han presentado casos similares a sus delitos en Planadas, Tolima, y zonas cercanas.
El otro asesino en serie es uno que no se ha identificado. Se están presentando crímenes terribles en Boyacá con una tipología criminal parecida entre unos y otros. Niñas generalmente muy humildes que son asesinadas y sus cuerpos quemados. Los criminólogos llaman a eso la firma. Con el doctor Belisario Valbuena, que fue perfilador de asesinos en el DAS, llegamos a la conclusión de que es un posible asesino en serie, y no hay nadie capturado, a pesar de que tuvo presión mediática. Los casos se están presentando desde 2013-2014. Por el número de población que tiene el país y el número de homicidios se enmascaran los delitos.