Las medidas efr también impactan los profesores y administrativos Rosaristas ya que, por directriz institucional, se propende el desarrollo integral de los empleados para lograr todo su potencial como ser humano.

Faber Arias, director de Gestión Humana, explica que “lo más importante es que todas las personas que pasan por la Universidad sientan que pueden cristalizar su proyecto de vida. Es claro que nos preocupamos por el bienestar del empleado, pero también nos interesa que sus familias estén bien y que todos los beneficios repercutan en su ambiente familiar. Por ejemplo, las becas apoyan el porvenir de los hijos; las vacaciones extralegales les permiten destinar tiempo invaluable a sus familias. Lo que se busca finalmente es el crecimiento personal, profesional y familiar”.

Libardo Bernal, empleado desde hace 6 años, considera que su trabajo en el Rosario cambió su vida. “Venía de una situación laboral y familiar muy complicada, que había repercutido negativamente en mi salud. Cuando ingresé al Rosario todo empezó a cambiar: mi salud mejoró al entrar al gimnasio; finalmente sentí estabilidad laboral y financiera, y me ayudó a tener estabilidad emocional; los beneficios financieros y de vacaciones han ayudado mucho a mi situación como padre cabeza de hogar; con los descuentos he podido estudiar y crecer profesionalmente. Yo, más allá de trabajar en un área, me siento parte de la institución y por eso digo con orgullo ‘trabajo en la Universidad del Rosario’”.