De mosquitos y latines
03/10/2016 11:28:27 a. m.
Anda revoloteando, en estos días, un mosquito por las noticias de actualidad. Criatura de la cual no nos ocuparíamos, si no fuera por su peregrino nombre: Aedes aegypti (léase aédes aiguípti).
Omitiendo lo que todo el mundo sabe (mosquito que transmite zika, etc.), nos concentraremos en analizar su nombre.
Mosquito grecolatino.
Ilustración de Meigen, S
ystematische Beschreibung der bekannten europäischen zweiflügeligen Insekten [fuente: archive.org]. El ojo inexperto no ve diferencias entre un
culex y un
aedes.
Cuando uno cree que la denominación es puramente latina, la cosa es un tris misteriosa, pues se traduciría como casa o templo de Egipto. Pero no hay tal: consultando bibliografía especializada, nótase que lo escriben Aëdes (con diéresis), lo cual descarta absolutamente la hipótesis inmobiliaria. Nada de casas o templos, ni de latines: la cosa va por el griego. Aëdes es la transcripción latina de ἀηδής[1] (aēdḗs), adjetivo griego que vale “desagradable”, “molesto”. Es decir, nuestro mosquito viene siendo un bicho “desagradable de Egipto”.
Algo de historia.
Hasselquist era alumno de Linneo, por cuyo encargó viajó a Oriente, en busca de muestras de una región poco conocida. A la vuelta lo sorprendió la muerte, por lo cual el maestro tuvo que fungir de editor. La obra está en Google Books.
No somos entomólogos, ni siquiera aficionados. Sin embargo, podemos decir que nuestra criatura apareció descrita, en 1757, por Federico Hasselquist, escuetamente como culex (aegypti) articulationibus candidis etc. Culex[2] es la palabra latina para mosquito. Cinco años después, y acomodándose al sistema de Linneo, se le removió científicamente el paréntesis: culex aegypti etc.
En 1818, Juan Guillermo Meigen usa por primera vez la palabra aedes, para referirse a un nuevo género. Ya no hay, sin embargo, referencia a Egipto. Declara, además, que el término es un grecismo acuñado por su colega Hoffmannsegg.
Detalle de la descripción de Hasselquist.
Algo de diccionarios.
Mosquito es un hispanismo viejo en inglés (s. XVI), cuya palabra tradicional es gnat. En español, mosquito aparece hacia el s. XIII[3]. Alfonso de Palencia, en su Universal vocabulario de 1490, trae un curioso remedio:
Culex. animal pequeño mosquito bolante assi dicho por su aguijon con que saca sangre este es zenzal. estos mosquitos no tocan al ombre que se vntare con asenxo cocho en olio[4].
Ya entrados en hispanismos, otra palabrita nuestra que ha hecho carrera es dengue, conocida en inglés desde principios del siglo XIX.
Dicho lo cual, y esperando no haber pecado en materia grave, cerramos este iter entomologicum.
Nótese que Meigen,
op. cit., está citando entre comillas y que se refiere a la especie
cinereus. Además, a Hoffmannsegg lo que le corresponde.
[1] Teognis dice, por ejemplo, que κωτίλῳ ἀνθρώπῳ σιγᾶν χαλεπώτατον ἄχθος, / φθεγγόμενος δ᾽ ἀδδὴς οἷσι παρῇ πέλεται (para el hombre parlanchín, callar es el más insufrible dolor. / Mas cuando habla es molesto para sus contertulios; Thgn.295-6).
[2] Horacio dice
mali culices ranaeque palustres / avertunt somnos (los benditos moscos y las ranas del pantano ahuyentan el sueño, Hor. S. 1.5.14-5).
[3] (…) el que la touiere consigo (…) sera aguardado del danno de los mosquitos. & de todas maneras de moscas que sean pozonadas o mordedores. Et esto es mas descendiendo sobresta piedra la uertud de figura de mosquito; o de alguna destas otras moscas que dixiemos [RAE, CORDE; en línea].
[4] RAE, CORDE; en línea.
Déjenos saber su opinón acerca de este Artículo