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La actividad física puede prevenir el cáncer

By: Septiembre 2015

Cerca de 20 millones de personas son diagnosticadas con cáncer cada año en el mundo y el 80% de los casos se dan en países en vía de desarrollo.

Cerca de 20 millones de personas son diagnosticadas con cáncer cada año en el mundo y el 80% de los casos se dan en países en vía de desarrollo. Actualmente el cáncer es la tercera causa de muerte en Colombia y la primera en varios países desarrollados. La actividad física es una estrategia segura y efectiva para prevenir y controlar un gran número de cánceres, afirman los investigadores del Centro de Estudios en Medición de la Actividad Física (CEMA) de la Universidad del Rosario, Jorge Enrique Correa Bautista, José Francisco Meneses Echávez y Robinson Ramírez Vélez. Así mismo, la adopción de estilos de vida saludables puede prevenir más de la mitad del total de casos nuevos de cánceres, en especial aquellos de mama, colon y próstata.

En esta edición

La actividad física puede prevenir el cáncer

Cerca de 20 millones de personas son diagnosticadas con cáncer cada año en el mundo y el 80% de los casos se dan en países en vía de desarrollo. Actualmente el cáncer es la tercera causa de muerte en Colombia y la primera en varios países desarrollados.

Moverse! esa es la consigna. Camine, trote, corra, o simplemente muévase y logrará reducir hasta en un 40 por ciento el riesgo de contraer cáncer. Si mantiene hábitos saludables y su cuerpo activo, la amenaza de tener cáncer disminuirá, así lo explica el Doctor Jorge Enrique Correa Bautista, director del Centro de Estudios para la Medición de la Actividad Física (CEMA) de la Universidad del Rosario.

Pero, cómo; ¿por qué la actividad física logra este efecto positivo en nuestra salud? Para el Doctor José Meneses, investigador del CEMA, “el ejercicio físico permite regular la actividad hormonal, controlar el peso del cuerpo, bloquear la respuesta inflamatoria ante los desórdenes hormonales provocados por el sobrepeso y la obesidad”. Asimismo, “la actividad física protege la estabilidad del ADN y así la replicación celular, lo cual contribuye a prevenir que la célula mute, o se descontrole, principio fisiológico del cáncer”, afirma Meneses.

Este fortalecimiento y estabilización del genoma gracias al adecuado ejercicio físico ha sido corroborado por la literatura científica especializada que los doctores Correa y Meneses han analizado en sus trabajos de investigación. Un nutrido grupo de artículos publicados en prestigiosas revistas especializadas examinados por el equipo de Correa, y el estudio de las más importantes bases de datos electrónicas, han permitido concluir, además, que la actividad física sistemática está involucrada en la reducción de los tumores en los que se concentran las células rebeldes que dan origen a la enfermedad cancerosa. Se ha demostrado que la actividad física y, en términos generales los estilos de vida saludables pueden prevenir más de la mitad de la carga del cáncer e incluso pueden reducir el riesgo de morir a causa de la enfermedad.

Por ejemplo, investigadores de la Universidad de Maryland, en los Estados Unidos, confirmaron en un grupo de ratones con cáncer que el ejercicio físico fue superior a la quimioterapia en la reducción del tamaño tumoral y de la actividad de algunos marcadores de proliferación celular. Esto se debe a que solo con tratamientos como la quimoterapia se intoxica, se envenena la célula para matarla y se eliminan a las demás sanas, mientras que la actividad física mejora y fortalece la célula, y de paso estimula el sistema inmunológico. “La evidencia científica confirma que la actividad física programada y sistemática disminuye el ritmo de crecimiento de los tumores, dado que el microambiente tumoral puede presentar resistencia a los tratamientos farmacológicos en los que la ciencia se ha concentrado”, complementa Meneses.

Prevenir antes que curar

La investigación sobre el cáncer, así como el conjunto de actividades diseñadas para hacerle frente, muchas veces se ha concentrado en intentar curar la enfermedad o aliviar sus síntomas antes que en su prevención.

La investigación sobre el cáncer, así como el conjunto de actividades diseñadas para hacerle frente, muchas veces se ha concentrado en intentar curar la enfermedad o aliviar sus síntomas antes que en su prevención. Razón por la cual para muchas personas la relación entre la actividad física, o el estilo saludable de vida, y los diferentes tipos de cáncer no es obvia, pues se mantenía la creencia popular según la cual el cáncer o es una enfermedad hereditaria, o se adquirió por la mala suerte, o por un inesperado desorden en la reproducción celular.

Sin embargo, la historia médica reciente analizada por Correa muestra que esta percepción ha cambiado al menos desde mediados de la década de los años 40. Desde entonces es cada vez más frecuente la inclusión de artículos científicos especializados en actividad física donde se describen las ventajas que para la salud humana presenta dicha actividad, incluidas las ventajas preventivas frente a enfermedades no transmisibles como el cáncer.

“La gente piensa que el cáncer surge espontáneamente o por herencia, sin embargo, si usted mantiene un estilo de vida inadecuado, si sufre de sobrepeso, si fuma y consume alcohol, si tiene problemas hormonales, si su alimentación no es la mejor, si es una persona muy sedentaria, la predisposición a la aparición de este grupo de enfermedades puede ser mayor”, explica el profesor Correa.

Así que el cáncer no es cuestión exclusiva de la herencia o de la mala suerte. Prevenirlo está parcialmente en nuestras manos y en nuestro comportamiento. Hábitos saludables como el buen sueño, bajo estrés, buena alimentación con abundantes raciones de frutas y verduras, eliminación del tabaco y regulación del alcohol, sumado a una vida activa, nos pueden ayudar a prevenir esta patología.

Ahora bien, si se ha confirmado la evidencia científica frente a este tema, ¿por qué queda la sensación de que se insiste en el tratamiento clínico o en el paliativo una vez ha aparecido la enfermedad, en lugar de robustecer las políticas que faciliten su prevención? para el investigador Meneses se trata de falta de comprensión de este grupo de enfermedades y falta de buena comunicación que le ayude a las personas a construir una capacidad de autocuidado. “Empoderamiento en salud”, afirma el doctor. Además hay que advertir que el sistema de salud está montado sobre la intervención y lo clínico antes que sobre lo preventivo, anudado a esto nuestro sistema de salud prioriza la atención clínica-farmacológica a este grupo de enfermedades de alto costo. “Falta promover salud”, complementa.

De igual forma, para el Doctor Jorge Correa, se requiere de la realización de campañas masivas de prevención sobre la enfermedad, así como del diseño e implementación de estrategias educativas y de intervención que contribuyan a formar conciencia sobre cómo el cuidado del cuerpo en general, y la actividad física en particular, generan importantes réditos en términos de la prevención y del control de cáncer.  

Según el director del CEMA, para alcanzar ciertas metas en este campo es necesario un trabajo intersectorial que comprometa a diferentes instancias políticas frente al tema de la promoción de la salud y del ejercicio físico. Por ejemplo, en lo relacionado con la provisión de frutas y verduras el Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural podría aportar su experiencia; en términos de la educación física, en los colegios, el Ministerio de Educación podría fortalecer la calidad de los programas académicos de esta disciplina; incluso el Ministerio de Cultura podría ayudar promoviendo estilos de vida saludables, así como el Ministerio de Transporte con la mejora de vías para promover el uso de la bicicleta y optimizar las condiciones de seguridad para estimular la caminata diaria…en fin, se trataría de un trabajo colectivo de promoción de la salud basada en el movimiento físico y en un estilo de vida saludable para prevenir distintos tipos de enfermedades.

Cambiar paradigmas puede ser la clave

Este documento deberá servir como una guía para implementar en lo que resta de la presente década seis líneas estratégicas de acción contra el cáncer, entre las que se encuentra una línea de Control del Riesgo, o de prevención primaria, que acorde con el trabajo de los investigadores del CEMA, propone un conjunto de acciones de promoción de la actividad física.

Una nueva cultura de la prevención y del autocuidado implica cambiar los paradigmas tradicionales, lo cual está lejos de darse en el país y se tomará su tiempo; sin embargo, ya preocupa a un buen grupo de investigadores y de gestores en salud que se han dado a la tarea de redactar el Plan Decenal para el Control del Cáncer en Colombia 2012- 2021. Este documento deberá servir como una guía para implementar en lo que resta de la presente década seis líneas estratégicas de acción contra el cáncer, entre las que se encuentra una línea de Control del Riesgo, o de prevención primaria, que acorde con el trabajo de los investigadores del CEMA, propone un conjunto de acciones de promoción de la actividad física.

Entre otras metas, en el Plan se plantea “incrementar la prevalencia de actividad física global por encima de 53,5% en adultos entre 18 y 64 años; disminuir la prevalencia de tiempo dedicado a ver televisión o jugar con videojuegos durante menos de 2 horas al día, en niños de 5 a 12 años; incrementar la prevalencia de actividad física en tiempo libre por encima de 19,9%”. Asimismo, se proponen objetivos entre los que se destaca aumentar las caminatas como medio de transporte por encima del 33,8%, e incrementar la prevalencia en el uso de la bicicleta para movilizarse por encima del 5.6%

En suma, como recomendaba el profesor Meneses, el principio esencial es moverse. Luego, por supuesto, la actividad física no solo debe ser programada sino que debe obedecer a un esfuerzo compartido, transversal de los distintos actores del sistema de salud y gubernamentales como comentaba el Doctor Correa, que faciliten la creación de una cultura de la actividad física. A este esfuerzo cooperativo en el Plan se busca responder con acciones en el nivel político y normativo, tales como el “desarrollo de trabajo intersectorial para fomentar la actividad física en los ámbitos: transporte, medio ambiente, planificación urbana, empresa privada, organizaciones de voluntarios, entidades sin ánimo de lucro y seguridad pública”.

De igual forma, como se afirma en el documento, se recomienda “incorporar en el currículo académico de educación superior, de las carreras del área de la salud y afines, el desarrollo de competencias para la promoción de hábitos y estilos de vida saludables que incluyan la actividad física”.

Entre estos hábitos destacan los que el profesor Correa ha propuesto como parte de su trabajo de investigación; no fumar tabaco, (en el Plan Decenal, existe una línea de acción completa contra esta práctica), 150 minutos de actividad física moderada semanal, bajo consumo de alcohol, poco consumo de proteínas y azúcares, disminuir el consumo de embutidos (máximo 12 salchichas al mes), ingerir cinco porciones de frutas y verduras diarias, disminuir el consumo de anticonceptivos, incentivar la lactancia materna que contribuye a regular la carga hormonal del seno, y por supuesto, promover el uso de la bicicleta y la caminata diaria, según Correa una persona adulta debería dedicar mínimo 30 minutos diarios al ejercicio físico. “La ventaja para una persona adulta es que el tiempo de ejercicio es acumulable. Esto significa que yo puedo ejercitarme hoy 20 minutos y mañana 40 y al final de la semana cumplir con los 150 minutos”, subraya el investigador.

Con los niños y adolescentes no se presenta la misma situación. A ellos se les recomienda unas tres horas diarias de ejercicio físico en el caso de los infantes (0 a 6 años), o una hora diaria de actividad física entre moderada y vigorosa para los jóvenes. A propósito de este grupo poblacional el Doctor Correa muestra preocupación ya que el 61 por ciento de las adolescentes colombianas tienen baja condición física, producto del sedentarismo y de malos hábitos de salud, lo que a futuro puede aumentar el riesgo de contraer enfermedades cardiovasculares.

Asimismo, como se explica en el denominado Report Card on physical activity for children and youth 2014, informe de la actividad física de niños y jóvenes en Colombia, del cual hicieron parte los doctores Correa y Ramírez, el sobrepeso entre nuestros jóvenes ha aumentado del 13.9 % al 17.5% entre 2005 y 2010, entre otras causas dado el incremento de esta población frente al televisor y frente a los video juegos, indicador que pasó del 56.3% de niños y adolescentes que en el 2005 pasaban más de dos horas viendo televisión o jugando en su consola al 57.9% en el 2010. Esta situación ameritó el llamado de atención del grupo de trabajo del Report Card cuando concluye que los niveles de actividad física entre los niños y jóvenes de Colombia son bajos, mientras los comportamientos sedentarios son altos, lo que ha llevado a un incremento de la obesidad en este grupo poblacional.

El ejercicio, esencial para controlar la fatiga derivada del cáncer

El equipo del CEMA en cabeza del Doctor Correa ha podido concluir, mediante la revisión sistemática de estudios experimentales, que “el ejercicio físico es una intervención segura y eficaz en el manejo de la fatiga relacionada con el cáncer en pacientes sometidos a tratamiento activo”.

Uno de los síntomas más recurrentes que presenta el paciente con cáncer es la fatiga. Esta se define, según la Red Nacional de Cáncer de los Estados Unidos, como: “una sensación subjetiva y persistente de cansancio físico, emocional y/o cognitivo, relacionada con el tratamiento del cáncer, que no es proporcional a la actividad reciente y que interfiere con la funcionalidad diaria”.

El equipo del CEMA en cabeza del Doctor Correa ha podido concluir, mediante la revisión sistemática de estudios experimentales, que “el ejercicio físico es una intervención segura y eficaz en el manejo de la fatiga relacionada con el cáncer en pacientes sometidos a tratamiento activo”. Agrega el investigador que la prescripción de actividad física para la rehabilitación oncológica está reportada en la bibliografía científica, especialmente el entrenamiento de la fuerza muscular, “para así potenciar los efectos terapéuticos del tratamiento anti-cáncer.”

Ahora bien, se debe ser muy cuidadoso a la hora de prescribir ejercicio físico a un paciente oncológico dado que en primera instancia no todos los tipos de cáncer son iguales, si bien responden al mismo principio. Por ejemplo, como anota el Doctor Meneses, la leucemia no genera tumores y el comportamiento tumoral es diverso entre las diferentes localizaciones. Las recomendaciones clínicas y el monitoreo del paciente durante su período de actividad física son fundamentales para aprovechar el potencial mejoramiento que el ejercicio provee al enfermo; mejoras en la fatiga, depresión, funcionalidad y en general en la calidad de vida relacionada con la salud y la tasa de supervivencia.

Estas mejoras han sido corroboradas por el equipo del CEMA en uno de los múltiples artículos escritos para las publicaciones especializadas. Allí anotan los autores que recientes investigaciones han demostrado que la actividad física puede mejorar los niveles sanguíneos de citoquinas pro-inflamatorias en pacientes con cáncer de mama. Esto es, mejorar la producción de proteínas (citoquinas) encargadas de regular las interacciones de las células del sistema inmune y claves en la respuesta inflamatoria y defensiva de nuestro sistema inmunológico. Estas moléculas se encuentran asociadas con un mayor crecimiento tumoral e incluso con la mortalidad por la enfermedad.

De esta forma, el CEMA de la Universidad del Rosario aporta investigación para construir un cuerpo sólido de conocimientos en relación con el cáncer y la formas de prevenirlo. Esta labor ha sido reconocida en el ámbito académico con la participación del Centro en eventos científicos como el Congreso Mundial de Cáncer en Melbourne, las reuniones anuales de la Sociedad Americana de Oncología Clínica, de la Sociedad Japonesa de Oncología Médica y la Sociedad Europea de Oncología Quirúrgica, y el Congreso Mundial de Fisioterapia en Singapur, así como con el establecimiento de redes de cooperación con pares investigadores en la Universidad de Granada (España), de Sídney (Australia) y de Atlanta (Estados Unidos). Entre otros reconocimientos, el equipo de investigadores recibió en 2013 la distinción como mejor investigación en cáncer en Colombia por parte del Instituto Nacional de Cancerología.

Así, la tercera causa de muerte en Colombia, luego de las enfermedades cardio-vasculares y la violencia, está bajo la lupa inquisitiva de este grupo de investigadores para quienes la actividad física programada y sistemática y la promoción integral de estilos de vida saludables son estrategias medulares en la prevención y el control integral del cáncer en el país, lo mismo que en el manejo de uno de sus síntomas más persistentes: la fatiga. Se espera que estas evidencias logren una incorporación dinámica en los diferentes sectores del país y la población pueda beneficiarse de estos esfuerzos en investigación científica.

Información adicional

Preguntas frecuentes

Resuelva todas las dudas sobre la relación entre el ejercicio físico y la prevención del riesgo de padecer cáncer.

1. ¿Qué es el cáncer?

El cáncer es una agrupación de enfermedades asociadas a una división descontrolada de las células de alguna parte del cuerpo. Generalmente aparece de forma localizada y luego suele difundirse a otras parte del cuerpo

2. ¿Cómo puede la actividad física ayudarme a prevenir el cáncer?

La actividad física ayuda a prevenir el cáncer desde un nivel celular, ya que permite que las células de nuestro organismo estén libres de sustancias tóxicas como los radicales libres y las citoquinas inflamatorias con lo cual se protege el ADN de la célula y se controla la división celular.

3. ¿Qué tipo de actividad física puedo hacer para reducir mi riesgo de padecer cáncer?

Lo que se recomienda es acumular mínimo 150 minutos de actividad física moderada a la semana; o realizar 75 minutos de actividad física vigorosa a la semana; o combinar actividades moderadas y vigorosas a la semana. A lo anterior se deben incluir dos o tres días de trabajo muscular o fuerza a la semana.

4. ¿Puede hacer actividad física un paciente con cáncer que está recibiendo quimioterapia o radioterapia?

Sí, todos los pacientes con cáncer tanto durante como después del tratamiento activo pueden participar de actividades físicas. Es importante que exista una valoración médica previa donde se brinde la seguridad de que el estado de salud del paciente es aceptable para la tolerancia de la actividad física. Además, esta evaluación debe ser complementada por la prescripción y valoración por parte del fisioterapeuta. Se recomienda que las actividades estén supervisadas por profesionales de la salud.

5. ¿Qué tipo de actividad física puede hacer un paciente con cáncer?

Caminatas, actividades de recreación, el uso de la bicicleta, entrenamiento con pesos ligeros, entre otras.

UICC World Cancer Congress 2014

Dr. Menezes talks about the benefits of exercise for women with breast cancer, as well as enhancing quality of life by reducing fatigue and depression.

Ver más

Prensa internacional

Consulte el registro de los medios internacionales sobre la investigación del Centro de Estudios en Medición de la Actividad Física (CEMA).

Enlaces web de publicaciones científicas de CEMA

  1. Efectividad del ejercicio físico en la fatiga de pacientes con cáncer durante el tratamiento activo
  2. Intervenciones con actividad física supervisada en el manejo de la fatiga relacionada con el cáncer: una revisión sistemática
  3. Efectos del ejercicio físico en el control del crecimiento tumoral (citoquinas inflamatorias y factores de crecimiento insulínico)
    Artículo 1
    Artículo 2

Difusión científica en medios de comunicación internacionales

Australia Sudáfrica

Instituto Rosarista de Acción Social Rafael Arenas Ángel - SERES

Objetivo

Centro de Estudios en Medición de la Actividad Física - CEMA

Escuela de Medicina y Ciencias de la Salud
Director: Jorge Enrique Correa Bautista

Perfil Grupo: Estudiar de forma sistemática el fenómeno de la actividad física, como principal elemento del estilo de vida saludable, que permite el control de las enfermedades no trasmisibles, dando línea de base para mejorar la salud y la calidad de vida a nivel individual y colectivo.

Líneas

» Actividad física clínica y terapéutica
» Actividad física y tecnología
» Estudios sociales de la actividad física
» Ciencias básicas aplicadas a la actividad física
» Promoción de la actividad física