Universidad Ciencia y Desarrollo
La actividad física puede prevenir el cáncer
Prevenir antes que curar
La investigación sobre el cáncer, así como el conjunto de actividades diseñadas para hacerle frente, muchas veces se ha concentrado en intentar curar la enfermedad o aliviar sus síntomas antes que en su prevención. Razón por la cual para muchas personas la relación entre la actividad física, o el estilo saludable de vida, y los diferentes tipos de cáncer no es obvia, pues se mantenía la creencia popular según la cual el cáncer o es una enfermedad hereditaria, o se adquirió por la mala suerte, o por un inesperado desorden en la reproducción celular.
Sin embargo, la historia médica reciente analizada por Correa muestra que esta percepción ha cambiado al menos desde mediados de la década de los años 40. Desde entonces es cada vez más frecuente la inclusión de artículos científicos especializados en actividad física donde se describen las ventajas que para la salud humana presenta dicha actividad, incluidas las ventajas preventivas frente a enfermedades no transmisibles como el cáncer.
“La gente piensa que el cáncer surge espontáneamente o por herencia, sin embargo, si usted mantiene un estilo de vida inadecuado, si sufre de sobrepeso, si fuma y consume alcohol, si tiene problemas hormonales, si su alimentación no es la mejor, si es una persona muy sedentaria, la predisposición a la aparición de este grupo de enfermedades puede ser mayor”, explica el profesor Correa.
Así que el cáncer no es cuestión exclusiva de la herencia o de la mala suerte. Prevenirlo está parcialmente en nuestras manos y en nuestro comportamiento. Hábitos saludables como el buen sueño, bajo estrés, buena alimentación con abundantes raciones de frutas y verduras, eliminación del tabaco y regulación del alcohol, sumado a una vida activa, nos pueden ayudar a prevenir esta patología.
Ahora bien, si se ha confirmado la evidencia científica frente a este tema, ¿por qué queda la sensación de que se insiste en el tratamiento clínico o en el paliativo una vez ha aparecido la enfermedad, en lugar de robustecer las políticas que faciliten su prevención? para el investigador Meneses se trata de falta de comprensión de este grupo de enfermedades y falta de buena comunicación que le ayude a las personas a construir una capacidad de autocuidado. “Empoderamiento en salud”, afirma el doctor. Además hay que advertir que el sistema de salud está montado sobre la intervención y lo clínico antes que sobre lo preventivo, anudado a esto nuestro sistema de salud prioriza la atención clínica-farmacológica a este grupo de enfermedades de alto costo. “Falta promover salud”, complementa.
De igual forma, para el Doctor Jorge Correa, se requiere de la realización de campañas masivas de prevención sobre la enfermedad, así como del diseño e implementación de estrategias educativas y de intervención que contribuyan a formar conciencia sobre cómo el cuidado del cuerpo en general, y la actividad física en particular, generan importantes réditos en términos de la prevención y del control de cáncer.
Según el director del CEMA, para alcanzar ciertas metas en este campo es necesario un trabajo intersectorial que comprometa a diferentes instancias políticas frente al tema de la promoción de la salud y del ejercicio físico. Por ejemplo, en lo relacionado con la provisión de frutas y verduras el Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural podría aportar su experiencia; en términos de la educación física, en los colegios, el Ministerio de Educación podría fortalecer la calidad de los programas académicos de esta disciplina; incluso el Ministerio de Cultura podría ayudar promoviendo estilos de vida saludables, así como el Ministerio de Transporte con la mejora de vías para promover el uso de la bicicleta y optimizar las condiciones de seguridad para estimular la caminata diaria…en fin, se trataría de un trabajo colectivo de promoción de la salud basada en el movimiento físico y en un estilo de vida saludable para prevenir distintos tipos de enfermedades.