Universidad Ciencia y Desarrollo
La actividad física puede prevenir el cáncer
Cambiar paradigmas puede ser la clave
Una nueva cultura de la prevención y del autocuidado implica cambiar los paradigmas tradicionales, lo cual está lejos de darse en el país y se tomará su tiempo; sin embargo, ya preocupa a un buen grupo de investigadores y de gestores en salud que se han dado a la tarea de redactar el Plan Decenal para el Control del Cáncer en Colombia 2012- 2021. Este documento deberá servir como una guía para implementar en lo que resta de la presente década seis líneas estratégicas de acción contra el cáncer, entre las que se encuentra una línea de Control del Riesgo, o de prevención primaria, que acorde con el trabajo de los investigadores del CEMA, propone un conjunto de acciones de promoción de la actividad física.
Entre otras metas, en el Plan se plantea “incrementar la prevalencia de actividad física global por encima de 53,5% en adultos entre 18 y 64 años; disminuir la prevalencia de tiempo dedicado a ver televisión o jugar con videojuegos durante menos de 2 horas al día, en niños de 5 a 12 años; incrementar la prevalencia de actividad física en tiempo libre por encima de 19,9%”. Asimismo, se proponen objetivos entre los que se destaca aumentar las caminatas como medio de transporte por encima del 33,8%, e incrementar la prevalencia en el uso de la bicicleta para movilizarse por encima del 5.6%
En suma, como recomendaba el profesor Meneses, el principio esencial es moverse. Luego, por supuesto, la actividad física no solo debe ser programada sino que debe obedecer a un esfuerzo compartido, transversal de los distintos actores del sistema de salud y gubernamentales como comentaba el Doctor Correa, que faciliten la creación de una cultura de la actividad física. A este esfuerzo cooperativo en el Plan se busca responder con acciones en el nivel político y normativo, tales como el “desarrollo de trabajo intersectorial para fomentar la actividad física en los ámbitos: transporte, medio ambiente, planificación urbana, empresa privada, organizaciones de voluntarios, entidades sin ánimo de lucro y seguridad pública”.
De igual forma, como se afirma en el documento, se recomienda “incorporar en el currículo académico de educación superior, de las carreras del área de la salud y afines, el desarrollo de competencias para la promoción de hábitos y estilos de vida saludables que incluyan la actividad física”.
Entre estos hábitos destacan los que el profesor Correa ha propuesto como parte de su trabajo de investigación; no fumar tabaco, (en el Plan Decenal, existe una línea de acción completa contra esta práctica), 150 minutos de actividad física moderada semanal, bajo consumo de alcohol, poco consumo de proteínas y azúcares, disminuir el consumo de embutidos (máximo 12 salchichas al mes), ingerir cinco porciones de frutas y verduras diarias, disminuir el consumo de anticonceptivos, incentivar la lactancia materna que contribuye a regular la carga hormonal del seno, y por supuesto, promover el uso de la bicicleta y la caminata diaria, según Correa una persona adulta debería dedicar mínimo 30 minutos diarios al ejercicio físico. “La ventaja para una persona adulta es que el tiempo de ejercicio es acumulable. Esto significa que yo puedo ejercitarme hoy 20 minutos y mañana 40 y al final de la semana cumplir con los 150 minutos”, subraya el investigador.
Con los niños y adolescentes no se presenta la misma situación. A ellos se les recomienda unas tres horas diarias de ejercicio físico en el caso de los infantes (0 a 6 años), o una hora diaria de actividad física entre moderada y vigorosa para los jóvenes. A propósito de este grupo poblacional el Doctor Correa muestra preocupación ya que el 61 por ciento de las adolescentes colombianas tienen baja condición física, producto del sedentarismo y de malos hábitos de salud, lo que a futuro puede aumentar el riesgo de contraer enfermedades cardiovasculares.
Asimismo, como se explica en el denominado Report Card on physical activity for children and youth 2014, informe de la actividad física de niños y jóvenes en Colombia, del cual hicieron parte los doctores Correa y Ramírez, el sobrepeso entre nuestros jóvenes ha aumentado del 13.9 % al 17.5% entre 2005 y 2010, entre otras causas dado el incremento de esta población frente al televisor y frente a los video juegos, indicador que pasó del 56.3% de niños y adolescentes que en el 2005 pasaban más de dos horas viendo televisión o jugando en su consola al 57.9% en el 2010. Esta situación ameritó el llamado de atención del grupo de trabajo del Report Card cuando concluye que los niveles de actividad física entre los niños y jóvenes de Colombia son bajos, mientras los comportamientos sedentarios son altos, lo que ha llevado a un incremento de la obesidad en este grupo poblacional.