¿Qué son la Corte Tribunal de Justicia y el Tribunal del Mar?
La Corte Internacional de Justicia fue creada en 1945, en el marco de la creación de la Organización de Naciones Unidas, ya tenía un antecedente que fue el Tribunal Permanente de Justicia Internacional (TPJI), creado en 1921 en el marco de la Sociedad de Naciones. Eso es importante entenderlo porque muchos de los Estados que eran parte del TPJI, luego siguen siendo parte de la Corte Internacional de Justicia, como es el caso de Colombia. Es un tribunal muy importante porque es la máxima instancia de decisión judicial en la Organización de Naciones Unidas, en donde se somete la jurisdicción de los Estados a través de cuatro vías: la jurisdicción voluntaria, los estados libremente van; la jurisdicción obligatoria, a través de tratados que obligan a llevar los temas; la jurisdicción mixta, que es la cláusula facultativa opcional de jurisdicción donde los estados van voluntariamente a obligarse a la jurisdicción de la Corte, pueden estar hasta donde ellos quieran en esa obligación y una cuarta, que es desarrollada jurisprudencialmente que es Forum Prorogatum. Este tribunal es la máxima instancia que dirime las controversias que por la aplicación del derecho internacional puedan tener los Estados, es un foro muy activo, cuya sede se encuentra en el Palacio de la Paz en La Haya, en Países Bajos, la capital del derecho internacional.
Por otro lado, el Tribunal del Mar, que fue creado en el marco de la Convención del Mar de 1982, conocida como la Convención de Jamaica o Convemar, entró en vigencia en 1994 y decidió incluir un tribunal propio para dirimir las controversias entre los Estados que son parte de la convención. Eso es determinante, Colombia no es parte de la Convención del Mar y por tanto no puede acceder a ese tribunal, es la máxima instancia internacional y tiene su sede en Hamburgo (Alemania). Debemos mencionar con orgullo que el Prólogo del Tratado lo realizó el Honorable Juez de este Tribunal, Alonso Gómez-Robledo.
Finalmente, ¿qué destaca de esta investigación?
La manera en la que se construyó. Se trabajó a partir de la conformación de un proyecto de investigación sobre Derecho del Mar que lideramos con el Profesor Giovanny Vega Barbosa, reputado internacionalista y motor de este barco, al que se integraron alumnos y egresados brillantes de la Universidad del Rosario que trabajan y aman el derecho internacional.
Cada uno de ellos hizo un aporte valioso al libro que resulta vital destacar: María Angélica Pulido, quien realizó un estudio magnífico sobre la historia del derecho del mar, estrechos y canales; Angélica María Gutiérrez, que con disciplina y rigor asumió la investigación sobre temas tan complejamente técnicos como lo son líneas base, mar territorial y aguas interiores; Daniela Almario Aristizabal realizó la investigación más completa a la fecha realizada sobre La Altamar, a la vez de trabajar decididamente como asistente de esta investigación; Ángela Schembri Peña llevo a cabo un juicioso estudio sobre las implicaciones de cambio climático; Steffany Serebrenik Beltrán, María Camila Aponte y Daniela De Zubiría aportaron en la investigación de la parte especial del Tratado, junto con Juan Camilo Piñeres que trabajo Antártico y Sergio Díaz que desarrolló un importante análisis sobre fondos en el altamar.
Este proyecto se hizo realidad gracias al trabajo de estudiantes rosaristas muy comprometidos con la Escuela de Derecho Internacional, sin ellos no hubiese sido posible. Creo que lo verdaderamente destacable es demostrar el nivel de la academia colombiana, que ya no piensa en lo local, dejando de lado el parroquialismo, para pensar en aportes desde lo universal, utilizando fuentes del más alto nivel gracias a la base de datos de la universidad, que con orgullo podemos decir cuenta con una de las mejores bibliotecas de derecho internacional en el mundo.
Colombia debería ser una potencia de mar y por desidia pretérita y presente estamos muy lejos de serlo.