De Cambridge a Marmato: un humanista minero
19/07/2016 11:31:23 a. m.
Cuando don José Eusebio Caro partió al exilio (1850), su familia quedó bajo la tutela de su suegro, don Miguel Tobar. El joven Miguel Antonio no tuvo una educación regular, en una época de constantes cambios de planes de estudio, entrada y salida de los jesuitas, etc. De su abuelo dependió la contratación de institutores particulares, entre quienes estuvo Samuel Start Bond. Caro, de dieciocho años, decide retomar sus lecciones de Inglés con Bond; pero será por breve espacio, pues el profesor se traslada a Antioquia en 1862.
Chozas en las minas de Marmato. Atribuido a E. Nichols.
El sueño americano de Bond.
Bond había nacido en 1816. Estudió Humanidades e Ingeniería de minas en Cambridge. Pasó a Nueva Granada hacia mediados de siglo. Ya en Antioquia, enseñó Latín e Inglés en el Colegio del Estado de Antioquia, en Medellín y luego en Rionegro. Como buen scholar de Cambridge, Bond dominaba el griego y el latín, y consta que era aficionado a la poesía, tanto de componerla como de traducirla. De ello queda una anécdota: en 1862, escribe en Bogotá la poesía The Pilgrim’s Gift. A continuación, profesor y alumno se dan a la tarea de vertirla al latín. Así lo registró Caro: “Hoc Samuelis Bondii Carmen, nos et auctor ipse, vix ille scripserat, latine certatim convertimus, nos etiam hispanice”.
Bond se fue a Antioquia a probar suerte en minas, en Marmato, con menos fortuna de la esperada. De esa época quedan las cartas que le dirigía a su alumno y émulo bogotano. Quedan asimismo conceptos sobre la gente de la región, como cuando dijo: “Si el objeto de la existencia de la raza sajona es fabricar telas de algodón, el del antioqueño es venderlas por varas”.
Volvió a la capital por 1869. La prematura muerte de su hijo, Samuel Bond Macías, en 1875, lo sumió en la depresión y el letargo, hasta morir en 1885. Otra anécdota sobre Caro y Bond, ahora referida por Marco Fidel Suárez: “Discutían sobre la propiedad de cierta expresión puesta por Bond en una inscripción latina, lo cual sucedía en los últimos días del profesor inglés; y cuando, ya en el penúltimo, se acordó este del pasaje horaciano que abonaba su expresión, se apresuró, casi moribundo, a enviar ese pasaje a su joven y no menos sabio amigo. ¡Así de consciente y esmerado era el culto que esos hombres rendían a la literatura!”.
El joven y no menos sabio amigo, que dice don Marco, a esas alturas ya le había dado su mejor obra a la literatura, y estaba a punto de meterse de lleno en la arena política.
Los libros de Bond.
En las existencias del Archivo Histórico, hemos encontrado un bonito diccionario griego. Pero una imagen vale más...
Basado en los lexicógrafos alemanes Passow y Schneider, el LS se convirtió en la base de toda la lexicografía griega posterior, incluyendo el Diccionario griego-español, todavía en curso.
Primera entrada del diccionario.
Luego de 1865 páginas, sorprende encontrarse con "the end", a manera de colofón. Su equivalente latino, el Lewis and Short, luego de 2019, no pone nada.
La obra de Bond.
El Instituto Caro y Cuervo publicó en un volumen las Poesías latinas de Samuel Bond, seguidas de la correspondencia con Caro. Además, redactó dos inscripciones latinas para el Cementerio Inglés de Bogotá.
*Los datos biográficos son de Rivas Sacconi,
Miguel Antonio Caro, humanista. Disponible en http://cvc.cervantes.es/lengua/thesaurus/pdf/03/TH_03_123_123_0.pdf
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